El Gobierno vasco pide que «nadie desde la imprudencia impida el desarme de ETA»
El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha mostrado su esperanza en que no haya «interferencias» en el anunciado desarme de ETA y «nadie desde la imprudencia lo impida o dificulte».
En este sentido, ha considerado que se está ante «una posibilidad verosímil» de que ETA entregue su arsenal de armas, aunque aún quedarán «asignaturas pendientes» como «la disolución y el reconocimiento del daño injustamente causado».
En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, el también consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno vasco se ha referido al anuncio de desarme de ETA previsto para el próximo 8 de abril.
En este contexto, Erkoreka ha afirmado que se trata de una cuestión en la que «la discreción es obligada», así como la necesidad de obrar «con sobriedad, contención y prudencia», ya que se está ante «una operación muy delicada, una entrega de armas que en el pasado han podido ser usadas para cometer delitos muy graves».
No obstante, ha reconocido que tampoco se puede cubrir todo «con un manto de opacidad, ya que el resultado puede ser contraproducente». «En ese equilibrio tendremos que mantenernos durante las próximas semanas», ha asegurado.
Por ello, ha defendido que todos los que tienen alguna responsabilidad o van a asumir alguna misión en el proceso de desarme «sean cautos a la hora de hacer pronunciamientos».
«Las armas han podido utilizar para cometer delitos muy graves»
«No sería bueno que el proceso se malograra por la imprudencia de quien ha considerado que tenía que hacer pronunciamientos o tomas de posición pública que quedan fuera de la prudencia», ha valorado.
Tras recordar que el lehendakari, Iñigo Urkullu, hace tiempo que venía defendiendo la necesidad de afrontar un fin ordenado de la violencia, «dentro del cual el desarme era una pieza fundamental», Erkoreka ha subrayado que el Gobierno vasco lo que aprecia ahora es que existe una «posibilidad cierta, verosímil de que se produzca un desarme legal, definitivo y sin contrapartidas».
Según ha resaltado, durante los últimos meses el Ejecutivo vasco ha tenido claro que su misión fundamental con los grupos que ha mantenido interlocución consistía en «dejar claro los criterios que habían de regir un proceso de desarme de estas características».
«Ha puesto énfasis en que la operación sea plenamente legal ya que las armas han podido ser utilizadas para cometer delitos muy graves. Por ello, es preciso que los pasos que se den se realicen con tiento y sin quebrantar lo que establece el ordenamiento jurídico y las exigencias de la justicia», ha añadido.
Asimismo, ha incidido en la necesidad de que el desarme sea «definitivo, total, y en un solo acto», así como «irreversible, verificable y sin contraprestaciones».
«El Gobierno vasco siempre ha tenido clara esta cuestión y es uno de los criterios principales que ha trasladado a todos los interlocutores. Es algo a vigilar y a estar atentos para que se cumpla», ha advertido.